El periodista y director de Tantoarte Producciones, Martín Rivero, se ha encargado de impartir la última conferencia de estas jornadas del proyecto Islas del Futuro, con el título Un caso de éxito: Son Latinos Canarias: turismo, cultura y ecología. La importancia de la herencia americana. Rivero ha explicado este proyecto, un megaconcierto que se celebró desde 1998 hasta 2003, organizado por Guagua Producciones, y que reunió a los artistas más importantes latinoamericanos. Son Latinos consiguió atraer un público específico que se desplazaba a la Playa de las Vistas y que se alojaba en el municipio de Arona, aunando así Turismo y Cultura. «Periódicos nacionales como El País y El Mundo y cadenas de televisiones estatales dieron una cobertura a un acontecimiento cultural como nunca se había hecho en Canarias antes», ha comentado Rivero. «Además», ha añadido, «captó también el interés internacional hasta el punto de que la importante cadena Galavisión, con un público de 30 millones de espectadores, se desplazó a la isla».

El periodista y director de Tantoarte Producciones ha explicado a los asistentes cómo, desde el principio de Son Latinos Canarias, tuvieron en cuenta, de forma especial, el aspecto medioambiental, por lo que, con el fin de que al día siguiente la playa de Las Vistas quedara en perfecto estado, se organizaba un estricto plan de limpieza. El reciclaje de la playa era así un valor añadido a la organización del Festival. Pese a ello, el debate ecologista llevó a que se planteara una denuncia contra Son Latinos con la alegación de que el macroconcierto incumplía la ley de Costas al utilizar la playa, lo que terminó con esta iniciativa. Esta legislación indica que la playa sólo puede ser usada para el baño, salvo que no hubiera otro lugar o recinto en el que celebrar el acontecimiento. Martín Rivero ha planteado la necesidad de revisar esta ley, en cuanto a su aplicación en unas islas como Canarias, donde la playa es un lugar de encuentro además de ocio. Rivero ha insistido que en esa revisión legislativa debería contar, por supuesto, con un uso controlado y el respecto medioambiental de las costas.