Antón García-Abril está presentando, en su conferencia, una visión estratégica para Tenerife de 2010 a 2035, sobre la que el arquitecto ha destacado que se trata de «una reflexión sincera, que no quiere ser utópica y donde las críticas han de entenderse como constructivas. García-Abril ha hecho hincapié en que Canarias «emerge como edificios volcánicos del margen continental africano» y su estructura volcánica hace al Archipiélago un territorio de los más especiales del mundo, puesto que cada isla tiene un paisaje propio, es un mundo».
En este sentido, el arquitecto madrileño se ha preguntado «¿cómo podemos habitar las islas, preservando su mayor valor?». Para empezar, García-Abril ha asegurado que cualquier urbanista ha de empezar por estudiar la peculiar orografía de Tenerife, por ejemplo, donde casi un 49% de la isla son espacios protegidos y que es la más poblada del Archipiélago. Este arquitecto madrileño ha insistido en que el urbanista no puede planificar su trabajo para un par de años, sino tener una visión de futuro. Sobre este punto, García Abril ha comentado que se espera que en 2016, Tenerife llegue al millón de habitantes. Respecto al resultado de esta densidad, este experto ha comentado que el desarrollo de las infraestructuras como el viario ha colaborado al deterioro del litoral y el turismo ha conducido, no sólo en el Archipiélago sino también en la península, a una pérdida de productividad general y al descenso de la superficie agrícola cultivada, fundamental para el equilibrio de la biodiversidad. García-Abril ha explicado que «se han esquilmado los recursos naturales y los sistemas productivos locales», además de crear estructuras económicas débiles afectadas por cambios de tendencia y oscilaciones del turismo.