Martha Thorne, en su conferencia inaugural, ha rebatido la idea extendida en todo el mundo que afirma que un solo edificio, el Museo Guggenheim, fue capaz de transformar Bilbao. Para ello, Thorne ha recordado otros proyectos anteriores, como el metro de Bilbao, el puente peatonal Campo Volantín, diseñado por Santiago Calatrava, el tranvía o el Aeropuerto de una ciudad que, de forma histórica, se ha desarrollado a espaldas del río.

Con todos estos ejemplos, Thorne ha asegurado que queda más contextualizado el Museo Guggenheim en la transformación de la ciudad y se demuestra que «no fue el único en transformar la ciudad, aunque añade que sin él el resto de esfuerzos no habría tenido tanta relevancia en el ámbito internacional».
Para Thorne, «lo acertado en Bilbao fue basarse en el río para crear una serie de infraestructuras que abarcaban muchos aspectos, como la economía, el ocio y la mejora de los transportes».