En el diálogo con los asistentes de esta segunda jornada, se ha debatido también sobre las características de los espacios públicos que, según Dietmar Steiner, han estado muy enfocados al uso del coche, cuando las costumbres de caminar y de moverse en bicicleta están volviendo en las ciudades europeas. Al respecto, Martha Thorne ha incidido en la necesidad de, no sólo crear unos espacios públicos accesibles y con un diseño adecuado, sino presionar también a los propietarios privados para mantengan y sean partícipes de los proyectos de forma que «administración, vecinos y empresarios hablen el mismo idioma».
Uno de los asistentes ha planteado a los conferenciantes qué sentido tiene la arquitectura espectacular, promocionada por los museos de arquitectura y premios como los Pritzker, en un contexto de crisis como el actual. Dietmar Steiner ha negado que museos y galardones fomenten este tipo de arquitectura y ha afirmado que lo que hecha de menos «son nuevas decisiones políticas».
Se ha comentado que la buena arquitectura ha permanecido al margen de la producción turística puesto que no ha sido algo interesante o mas bien necesario para el empresario turístico, que en el fondo los turistas no están interesados en los edificios de alojamiento turístico sino en lo que van a visitar en el entorno que les rodea y en los espacios naturales o condiciones climáticas del lugar, ello contrasta con la ofertas ofrecidas por los resorts como hoteles isla donde todo transcurre en el interior. Siguiendo estos planteamientos tal vez los arquitectos deberiamos estudiar mas minuciosamente el espacio de funcionamiento interior de los hoteles que no debe ser igual en una ciudad que en un emplazamiento costero criterios o, en función de sus usuarios. En este sentido la normativa turística existente tal vez homogeiniza los resultados. Pienso que habría que flexibilizar para permitir soluciones mas ricas y acordes para poner en valor a través de la arquitectura de nuevas formas de alojativas, por supuesto el espacio publico debe mejorar no solo por los turistas sino por los ciudadanos que viven permanentemente en la ciudad.
como alguien más de la isla, que vive en ella, entre y con los turistas, creo que la solución es mucho más fácil de los que parece y esto sería: integrar a los turistas con los isleños. es decir tratar a la isla entera y sus habitantes como un «resort» gigantesco si es que se puede decir así…que por ley los iselños tengan el derecho de dar servicios de turismo, turismo rural, urbano, de playa, esto poco importa sino que cada habitante sea posiblemente un empresario turistico si lo quisiera.
Imaginen que cada uno de nosotros tuvieramos el derecho de transformar nuestra casa, piso, barquito, finca en algo vendible al turista…todos estariamos interesados en mejorar nuestras casas, en mantenerlas, en embellecer nuestros sitios, ordenarlos. Y los turistas estarían de vacaciones tambien en nuestros pueblos y casas y no solo en los grandes hoteles, aislados psicologicamente y fisicamente de la isla en sí y de sus residentes.
Creo que se trata de decisiones politicas, de la voluntad de los ayuntamientos, de cada comunidad local de implicarse en un pryecto común…la gente, los vecinos podráin quizás beneficiar de ayudas para una mínima formación para atender el turista: unas nociones básicas de inglés y alemán, unas nociones básicas de higiene de los alojamientos, de como podráin mejorar sus negocios, calles y casas para que sean «vendibles».
?Porque dejar el turismo solo a los grandes hoteleros? Esto es a la larga maligno para todos incluso para los empresarios hoteleros mismo como ya lo podemos ver en el caso de Puerto de la Cruz por ejemplo
tengo en mente ahora el pueblo de Masca..es precioso ?porque? porque sus residentes, en su mayoria alemanes están cuidando muchisimo de este pueblo, cada uno de sus casas, cada uno ha entendido que además de vivir el mismo alli y difrutar de aquel paisaje puede vender este servicio a la vez..?porque no haría lo mismo el pueblo de San Andrés? o el Médano? ?Porque no dejar que viva gente en aquellos pisos de playa, alquilarlos más baratos a los residentes mismos para que se crea vida más allá de la vida turistica?…
creo que lo que dijo Steiner en el final del debate que lo importante ya no es si se trata de la arquitectura estrella o no sino si se trata de arquitectura buena o mala. Hay star-arquitectos que han hecho proyectos malos. Zaha Hadid es conocida por sus meteduras de pata como un edificio de protección social en Viena donde sus formas imposibles no han permitido comprar muebles estandar…sino hacerlos a medida lo que supuso un gasto enorme añadido. O Van Berkel que hizo un precioso edificio para BMW en Stuttgart pero que no aporta absolutamente nada al espacio publico y urbano…se comporta solo como una joya de la corona, un objeto precioso para la empresa privada
y hay tantos ejemplos de buena arquitectura de star-arquitectos como de pequeños o medianos arquitectos. Zumphtor que ganó el Pritzker el año pasado no podría ser llamado star-architect por ejemplo
En relación a la nueva tendencia referente a la creación y potenciación de los espacios públicos para uso y disfrute del peatón, en detrimento del coche, La Laguna es un gran ejemplo de ello.
Y hago referencia a la ciudad de Aguere, no por pionera precisamente, sino porque sin lugar a dudas el gran acierto a sido el dotarla de un diseño apropiado que remarque y resalte los valores propios de la ciudad y su identidad, aparte de otra serie de intervenciones.
Asi, por ejemplo, Santa Cruz fue precursora años atrás de dicho proceso de peatonalización, pero ni mucho menos tuvo la misma repercusión.
Y entonces, ¿donde está el quiz de la cuestión? Pues precisamente en el tema del diseño, no sólo basta con peatonalizar, hay que dotar al espacio de caracter o potenciarlo si es que ya lo tiene.
Ahí tenemos el ejemplo de la Plaza de España, se convoca un concurso restringido y en las bases ¡no se tiene en cuenta la importancia histórica y simbólica del lugar! ya sea por ser, como su nombre indica, la Plaza de España, el monumento a los caídos, etc.
De este modo, muchas de las propuestas ¡borraban de un plumazo el monumento a los caídos!, con la consecuente pérdida de significación; cuando en las bases deberían haber figurado como un elemento de importancia a considerar. Que no digo que el proyecto tuviera que girar en torno al mismo, pero si dotarlo de su justa impronta.
Finalmente, al proyecto ganador, independientemente de la calidad del mismo, le obligan a conservar el monumento, si bien ni se potencia su valor, ni se integra, sino todo lo contrario, queda hundido y se plantan en su proximidad árboles de gran porte, para que cuando crezcan pase totalmente desapercibido.
Poco más de lo mismo ocurre con la reconstrucción del histórico pórtico de la Alameda del Duque, pero no me quiero extender más.
En otro orden de cosas, como bien apuntaba Martha, la implicación de los propietarios privados es fundamental. En este orden de cosas, y por poner un ejemplo, ¿cuantos años a costado mentalizar y convencer a los ciudadanos de las bondades de la peatonalización?
Haciendo un punto y aparte extensivo a todos los aspectos, en esta isla el gran handicap y lacra de nuestra sociedad, que no nos permite avanzar o lo hacemos con gran dificultad, es la posición inmovilista de sus gentes y el no por el no.
En relación al segundo aspecto comentado en este breve apunte sobre la charla, y en consonancia con el caso expuesto por Martha sobre Bilbao; me atrevería a decir y/o espero y deseo que conceptualmente, el TEA de Tenerife sea nuestro particular Guggenheim.
Me explico, al igual que el Guggenheim no ha sido por si sólo el motor de la gran transformación de Bilbao, sino la punta del iceberg de una serie de medidas, todas aquellas gestadas en torno a la recuperación del Nervión, como parte de la nueva imagen de la ciudad; el TEA tiene o tendrá la misma significación en cuanto a toda una serie de medidas relacionadas con la regeneración del Barranco de Santos, como parte de la nueva imagen y revitalización de Santa Cruz de Tenerife.
Esta puesta en valor y definición de un nuevo eje de la ciudad, aunque en el camino se hayan quedado y/o queden pendientes, iniciativas e incluso proyectos como el nuevo puente de conexión con el TEA de nuestro compañero (probablemente a razón de la actual coyuntura económica que atravesamos); junto a la recuperación del frente marítimo, supondrán o deberían suponer un revulsivo para nuestra ciudad y la concepción un nuevo Santa Cruz.
Tampoco quiero ser especialmente entusiasta pues el tiempo pone las cosas en su sitio, e influye notablemente el como y las formas.
Evidentemente, se han dado y siguen dando grandes desaciertos, tales como el Auditorio de Tenerife, concebido erróneamente dentro de la star-arquitectura (de la que todo se ha dicho), como nuevo elemento emblemático y de referencia… ¿de qué? (pues la Ópera de Sydney ya hace tiempo de su existencia, y un proyecto de Calatrava primo-hermano de…).
O bien, de otra índole, como la apuesta de Santa Cruz de Tenerife y la Autoridad Portuaria por los cruceros, atraer el turismo de los grandes hoteles flotantes, como fuente de riqueza (¡chapó por la apuesta!); pero ¿y no les ofrecemos un acceso cuán menos digno a la ciudad? ¿qué carta de presentación es esa?, ¿y qué hacen todos esos turistas un domingo en Santa Cruz?, siendo el día que principalmente atracan los cruceros ¿dónde dejan los turistas el dinero?
Las medidas hay que tomarlas todas en su conjunto, no puedes promover algo sin contemplar los aspectos vinculantes. Lo peor del caso es que ha medio plazo estamos hipotecando nuestro futuro. Se ha invertido en promoción del puerto, estamos viendo sus frutos, pero visto lo visto los cruceros no volverán, habiendo arruinado un potencial negocio y fuente vital de riqueza.
En cualquier caso, para dar un halo de esperanza y volviendo al origen de mi intervención, la inminente inauguración del Barranco de Santos (¡por fin! y muy en la línea de Coalición Canaria, en torno al Día de Canarias), su reconversión hasta el punto que la ciudad le daba la espalda, será bien que mal todo un acontecimiento; teniendo el valor añadido, de haber convertido una fractura, una molestia, una debilidad de la ciudad, en una excelente oportunidad. Esperemos que así sea.
Pd. Me gustaría que se opinara sobre lo que he expuesto, pues quizás mi percepción no sea del todo acertada dado que llevo 15 años viviendo fuera de las islas, y no hace sino relativamente poco que he regresado. Muchas Gracias.
gracias