McMahon ha hecho referencia también al caso de Islas Caimán, que construyó en los años 80 y 90 un sector de servicios profesionales basado en el «libre de impuestos».
En el Siglo XXI se ha convertido en un centro financiero líder en el mundo, algo que, según este arquitecto e ingeniero, se ha conseguido gracias a los acuerdos entre el Gobierno y el sector privado. El servicio financiero de Caimán es así un ejemplo de creación de un negocio más allá de las características naturales del lugar, según McMahon.
No obstante, además de los servicios financieros, este arquitecto ha mostrado algunas imágenes de la riqueza marina de Caimán, con un área muy singular y cuidada.
McMahon ha destacado que Singapur, Hong Kong y las Islas Caimán son islas con gran éxito económico, cuyos territorios limitados no han sido un handicap y donde su único límite es la ambición y el tamaño de los mercados globales a los que ellos se dirigen. Así, ha señalado la eficiencia en los impuestos y la cooperación entre gobiernos y sector privado como elementos comunes de su éxito.
Sobre Canarias, McMahon ha insistido en su potencial, al poseer tres características que no tienen los tres ejemplos mostrados: clima, medioambiente y espacio. Además, ha asegurado que un mercado de desarrollo es, por ejemplo, el uso de energías renovables y el consumo eficiente, algo en lo que Canarias podría, sin duda, desarrollarse. En este sentido, el arquitecto londinense ha propuesto que el archipiélago se centre en la desalinización renovable del agua y que convierta este producto en exportable.
McMahon ha preguntado a los asistentes «¿podemos utilizar el desarrollo de las energías renovables como elemento de atracción del turismo? ¿Hasta que punto son ustedes ambiciosos?».
Nos falta formación, vemos las energías renovables como algo futurista, ininteligible…